http://nemourscultural.wordpress.com/, este blog tiene contenidos muy interesantes, y cuando leei la entrevista a una persona que admiro por su trabajo y la buena infancia que me hizo pasar quise compartirla con vosotros.
Pepe Rodríguez (Factoría de trapos): “Los niños de cinco años de ahora, son los niños de ocho años de antes”
Entrar en La Casa del Títere es un retorno a la infancia. Las marionetas nos miran quietas desde su lugar divertidas, como si hubiesen estado haciendo travesuras cuando nadie las miraba y quisieran jugar a hacerse las inertes. Entre ellos, el simpático mono Tico, al que muchos recordaréis por “La Isla de Flora”, una de las series televisivas de Factoría de Trapos con un gran éxito en los noventa, nos mira con curiosidad. Pepe nos espera a su lado, y nos lo presenta debidamente, pues el mono Tico también nos esperaba con impaciencia, y según nos cuenta Pepe, a él también le gusta mucho ser entrevistado.
Entrevista perfil de: José María Delgado Díaz
¿Qué le llevó a dedicarse a esta profesión?
Realmente, el placer por hacer cosas creativas, con las manos, poder contar historias, poder comunicarme con la gente, fue cuestión de una vocación por este tema..
Realmente, el placer por hacer cosas creativas, con las manos, poder contar historias, poder comunicarme con la gente, fue cuestión de una vocación por este tema..
Trabaja con niños todos los días. ¿Cómo resulta esta experiencia? ¿Es un trabajo duro?
Si te gustan los niños, resulta maravillosa, el problema sería, como a muchas personas les ocurre, es encontrarse trabajando en un medio en el que no le apetece estar. En nuestro caso, como los críos nos gustan mucho, nos parece que es el trabajo más divertido del mundo, teniendo en cuenta, además, que lo que intentamos es que se diviertan durante el tiempo que están aquí.
Si te gustan los niños, resulta maravillosa, el problema sería, como a muchas personas les ocurre, es encontrarse trabajando en un medio en el que no le apetece estar. En nuestro caso, como los críos nos gustan mucho, nos parece que es el trabajo más divertido del mundo, teniendo en cuenta, además, que lo que intentamos es que se diviertan durante el tiempo que están aquí.
En actualidad, con el presente entramado de tecnologías e información del que disponemos desde corta edad, ¿Ha notado alguna diferencia en como los niños reaccionan ante las historietas?La verdad es que los niños de ahora son como los de antes, como los de antes de esta eclosión de tecnologías que hemos tenido. Nosotros llevamos 25 años trabajando con niños y la reacción de los niños es la misma, lo que si notamos es lo que llamamos el “efecto invernadero”; Vemos que los niños de 5 años son los niños de 8 hace 30 ó 25 años. A pesar de las tecnologías, los niños se emocionan y participan de lo que es que les cuenten un cuento, eso es algo especial, no es como verlo en una pantalla, aunque la pantalla te lo de ya todo hecho. Es quizás por eso, por que cuando el niño está viendo un espectáculo su imaginación funciona de una forma diferente.
¿Cómo resulta económicamente el trabajo de titiritero hoy día?Si partimos de la base de que estás haciendo lo que te gusta y comes de eso, ya es un éxito total, mi definición del éxito es vivir de lo que te gusta. Lo que sí es duro es todo lo colateral al trabajo, porque ir a actuar, pensar y montar un espectáculo, construir unas marionetas, unos decorados, todo eso es maravilloso, pero intentar que te paguen, intentar que no te tanguen, eso es lo duro de este trabajo, al igual que lo de cualquier otro. Partimos con la ventaja de hacer lo que nos gusta, por lo que, digamos, todas esas cosas negativas serían el precio que hay pagar a cambio.
¿En qué funciones actividades o talleres trabajáis actualmente?Llevamos muchos años muy centrados en nuestro museo de marionetas, que además es una pequeña sala de teatro y taller de manualidades, y es en lo que, prácticamente durante el curso escolar, tenemos volcada toda nuestra energía. Nuestro proyecto es seguir creando teatro y seguir haciendo crecer nuestro museo.
De todas las funciones que realizáis y habéis realizado, ¿con cuál se siente más cómodo o más le gusta?
Realmente todas las facetas de nuestro trabajo, excepto las que comenté antes de hacer de cobradores o transportistas de nuestros espectáculos, nos encantan. Somos felices haciendo decorados, marionetas y espectáculos, a veces los ensayos son algo más duros, pero realmente todas las partes del trabajo son muy placenteras.
Realmente todas las facetas de nuestro trabajo, excepto las que comenté antes de hacer de cobradores o transportistas de nuestros espectáculos, nos encantan. Somos felices haciendo decorados, marionetas y espectáculos, a veces los ensayos son algo más duros, pero realmente todas las partes del trabajo son muy placenteras.
Muchos niños a estas latitudes han crecido viendo “La isla de Flora”. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue una experiencia muy bonita, porque a través de la televisión llegamos a sitios donde no hemos estado nunca, porque la isla de flora, aparte de verse en Andalucía se pudo ver en Extremadura y luego se vendió a otros países. Yo no habría ido nunca a actuar a un país árabe y sin embargo nuestros muñecos llegaron allí y los niños supongo que se divertirían viendo las aventuras de estos personajes.
Fue una experiencia muy bonita, porque a través de la televisión llegamos a sitios donde no hemos estado nunca, porque la isla de flora, aparte de verse en Andalucía se pudo ver en Extremadura y luego se vendió a otros países. Yo no habría ido nunca a actuar a un país árabe y sin embargo nuestros muñecos llegaron allí y los niños supongo que se divertirían viendo las aventuras de estos personajes.
De los personajes que crearon para la serie, con cual se quedaría?
En “La isla de Flora”, yo movía y ponía la voz al mono Tico, así que, de alguna manera, era como mi “hijo”, así inevitablemente tienes una predilección especial por ese “hijo”. Pero realmente te gustan todos los muñecos que haces, unos más que otros evidentemente, pero todos son, digamos, como “pequeños hijos”.
En “La isla de Flora”, yo movía y ponía la voz al mono Tico, así que, de alguna manera, era como mi “hijo”, así inevitablemente tienes una predilección especial por ese “hijo”. Pero realmente te gustan todos los muñecos que haces, unos más que otros evidentemente, pero todos son, digamos, como “pequeños hijos”.
¿Cómo se siente cuando alguien le comenta que ha crecido con La isla de Flora?
Ese tipo de anécdotas te hacen notar el paso del tiempo, de hecho, cuando a nuestro museo han venido excursiones escolares, hay maestras que dicen: “Esto lo veía yo cuando era chica”, es decir personas ya de una edad. Primero parece que no va contigo, parece que no eres tú aquel que hizo una serie hace 20 años, y pasados un tiempo hizo otras dos más. Es como un sentimiento de no creerte que tú has participado en eso y por otro lado es agradable que haya personas que, con cariño, de tu trabajo de hace ya un tiempo. En ese sentido es muy gratificante.
Ese tipo de anécdotas te hacen notar el paso del tiempo, de hecho, cuando a nuestro museo han venido excursiones escolares, hay maestras que dicen: “Esto lo veía yo cuando era chica”, es decir personas ya de una edad. Primero parece que no va contigo, parece que no eres tú aquel que hizo una serie hace 20 años, y pasados un tiempo hizo otras dos más. Es como un sentimiento de no creerte que tú has participado en eso y por otro lado es agradable que haya personas que, con cariño, de tu trabajo de hace ya un tiempo. En ese sentido es muy gratificante.
“El poder darle un ratito de felicidad a niños con enfermedades graves o recluidos, es algo especialmente emotivo”
¿Echa en falta ese tono didáctico que tenía la programación hace algunos años? ¿Nota alguna diferencia en ese sentido con respecto a la programación actual?
Existe una gran diferencia, puesto que antes se cuidaba bastante el contenido y, con la eclosión de los canales privados, se comenzó a primar más la comercialidad que el contenido, de hecho hay programas que incomprensiblemente son emitidos en horario infantil. Por lo que encuentras que muchos niños han crecido con “Los Simpson” o “Padre de Familia”, series de dibujos animados que no son adecuados para niños pero que se programan en horario infantil. Actualmente, si no es por un canal de pago, es decir, si no tienes pelas para pagarlo, probablemente tus hijos verán la programación del canal comercial de turno, que muchas veces son programas violentos y sexistas que todos estaríamos de acuerdo en eliminar de una programación infantil.
Existe una gran diferencia, puesto que antes se cuidaba bastante el contenido y, con la eclosión de los canales privados, se comenzó a primar más la comercialidad que el contenido, de hecho hay programas que incomprensiblemente son emitidos en horario infantil. Por lo que encuentras que muchos niños han crecido con “Los Simpson” o “Padre de Familia”, series de dibujos animados que no son adecuados para niños pero que se programan en horario infantil. Actualmente, si no es por un canal de pago, es decir, si no tienes pelas para pagarlo, probablemente tus hijos verán la programación del canal comercial de turno, que muchas veces son programas violentos y sexistas que todos estaríamos de acuerdo en eliminar de una programación infantil.
¿Tiene alguna anécdota que contar en este tiempo de trabajo?
Para mí la anécdota, en todo el tiempo que llevo trabajando, ha sido una irradiación por parte del público de energía positiva, de alegría, que es algo que forma parte de la normalidad en nuestro trabajo. Como momentos concretos, diría que visitas a hospitales, momentos en los que hemos trabajado para niños especiales, con problemas, algún niño que, aunque pueda parecer escatológico, ha expresado su felicidad haciéndose caca encima, ya que al encontrarse feliz relajaba su esfínter, estos son momentos, digamos especiales. También trabajar con niños que están recluidos, que no han podido estar con el resto de niños, con enfermedades graves. El poder darles un ratito de felicidad a él y a sus padres es algo especialmente emotivo.
Para mí la anécdota, en todo el tiempo que llevo trabajando, ha sido una irradiación por parte del público de energía positiva, de alegría, que es algo que forma parte de la normalidad en nuestro trabajo. Como momentos concretos, diría que visitas a hospitales, momentos en los que hemos trabajado para niños especiales, con problemas, algún niño que, aunque pueda parecer escatológico, ha expresado su felicidad haciéndose caca encima, ya que al encontrarse feliz relajaba su esfínter, estos son momentos, digamos especiales. También trabajar con niños que están recluidos, que no han podido estar con el resto de niños, con enfermedades graves. El poder darles un ratito de felicidad a él y a sus padres es algo especialmente emotivo.
Muchas gracias por cedernos este rato para charlar, Pepe.
Muchas de nada, y quedáis invitados a venir cuando queráis. (Voz de Tico): ¡Os esperamos!
Una vida de trapos
Perfil/José María Delgado Díaz
Desde muy joven le encantaba hacer hablar a sus muñecos, y no tardaría mucho en empezar a construir los suyos propios con los viejos trapos que encontraba en cualquier rincón de su casa. Nunca imaginó que pudiera vivir de eso, igual que todos aquellos que se dedican a hacer lo que les gusta en esta vida. Las marionetas fueron su evasión de las complejidades del mundo adulto y un regalo que poder seguir dando a la gente. La Factoría de Trapos ya estaba en marcha. Corría el año 87, y en la furgoneta dando vueltas de un sitio para otro con quién fuera, y sigue siendo, su pareja, y con varios amigos, Pepe y su compañía comenzaron a actuar por encargo con sus propios espectáculos.
El salto a televisión, vino, como casi todo, de repente. Nada cambió mucho, eran sus marionetas, sus dibujos, sus decorados y su voz, pero con una cámara delante en lugar de un público físico. Como el actor detrás de Tico, el entrañable mono de “La Isla de Flora”(1990), consiguió llenar un pequeño rincón en los recuerdos de muchos niños, ahora adultos, que conservan como parte de sí mismos las imágenes de aquella serie con tan bajo presupuesto pero con tanta frescura (aquellos vitales noventa). El éxito cosechado con “La Isla de Flora” le llevó a él y su compañía a nuevas aventuras televisivas como el “Taller de Trapos” (1995), “La Mochila” (2000), así como los pilotos de dos proyectos que no vieron la luz: “La biblioteca de Max” y “El Globo Azul”.
Su fetiche son las marionetas de trapo, y no sólo de trapo, puesto que utiliza todo aquel material que esté en sus manos, incluso hueso. Esto queda reflejado en la inmensa colección de marionetas que ha reunido, algunas creaciones suyas, otras no, que es única en su género y que pronto dará lugar al Museo del Títere, que se habilitará en la Casa del Títere, lugar donde, desde 2003, Pepe sigue realizando sus talleres y funciones para niños, y no tan niños.
Una profesión curiosa para un hombre sencillo, de valores basados en el respeto y la tolerancia, cuyas aficiones son las marionetas, los niños, salir a comer con los amigos y los Beatles.
♦FACTORÍA DE TRAPOS
Factoría de Trapos es un grupo de teatro que usa los títeres como medio de expresión para divertir y entretener.
Tienen diez obras en repertorio donde los payasos, los cuentos, los juegos y los títeres hacen que el público participe y se divierta. Llevan llenando de sonrisas al público infantil andaluz desde 1987, y su proyecto actual, La Casa Museo del Títere, es altamente recomendable. Si quieren conocer sus marionetas, no pierdan detalle a esta galería de fotos, y por su puesto en su página web y página de facebook dónde van actualizando todas sus actividades.
Tienen diez obras en repertorio donde los payasos, los cuentos, los juegos y los títeres hacen que el público participe y se divierta. Llevan llenando de sonrisas al público infantil andaluz desde 1987, y su proyecto actual, La Casa Museo del Títere, es altamente recomendable. Si quieren conocer sus marionetas, no pierdan detalle a esta galería de fotos, y por su puesto en su página web y página de facebook dónde van actualizando todas sus actividades.
Muchas gracias por la información tomada del blog http://nemourscultural.wordpress.com
Un seguidor.
Pablo Ot.
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